Somos y seremos diferentes?

Ya redunda y marea un poco tanta información y desinformación acerca del coronavirus, hay análisis interesantes y también tóxicos, porque igual que todo esto, nace de los seres humanos y es de ahí de donde parto con este artículo.

Pienso que las cosas pasan por algo pero más importante es que sea para algo. Sin duda alguna, esta no es la excepción y para no entrar en eternas discusiones de por qué sucedió esto, es decir las causas que nos trajeron acá, me interesa partir de las acciones tomadas para llegar al: “para que sucedió esto”.

Es evidente que la acción generalizada frente a esta situación fué la de la cuarentena, motivada por los expertos en salud en diferentes partes del mundo, en nuestro país tenemos también importantes personajes a nivel mundial en este tema como es el caso de Manuel Elkin Patarroyo quien en los primeros días de esta información sobre los cuidados y medidas a tomar, resaltó la importancia de los tapabocas, el gel, el jabón y todo esto que ya nos dijeron con insistencia y que agradeceríamos se mantuviera por nuestra tendencia a la “corta memoria”. Pero igualmente insistió en la importancia de mantener la calma, tomar medidas y no ahorrar en ellas para también mantener la salud sicológica, ayudando a mantener la de los nuestros y la de nuestro círculo más cercano, esa parte se ha “olvidado”, en parte por el excesivo uso de redes sociales con cuanto personaje ha querido decir lo que se le ha ocurrido y ante lo cual cada uno debe aplicar el debido filtro, eso ha golpeado fallado.

Ya contextualizado el panorama, debo decir sin ánimo de ofender ni de generar controversia, lo que he visto. Países como Londres, ha centrado su esfuerzo en generar líneas de crédito blando para las empresas y subsidios y ayudas para las empresas pequeñas o que han sido más golpeadas, con ello ha logrado que conserven sus empleados, les giren sus sueldos y puedan mantenerse a flote al igual que sus empleados, esperando que puedan conservar sus empleos. Por otro lado, Suecia ha dictado medidas no de cuarentena sino de precauciones en los sitios públicos, empresas y los universitarios y bachilleres no tienen clase presencial como si las tienen los de básica primaria y pre-escolar, pero en las calles se ve gente y en las empresas también.  Ellos indudablemente tendrán enfermos, tendrán muertos y verán afectadas sus economías, claro que sí, pero en ninguno de los dos frentes con las tasas más altas.  Dos opciones que considero válidas y que al compartirlas con mis más cercanos generaron comentarios como: “Es que ellos son diferentes”, “es que no se puede comparar”, etc., no desconozco que es una cultura con más años de existencia, que se han expuesto a más experiencias y por eso su cultura permite que estén más preparados para una más efectiva respuesta a estas situaciones, pero precisamente por eso es que deberíamos tomar en cuenta esos modelos, porque quienes tienen la experiencia saben que funcionan y obran en consecuencia.  No nacemos acaso todos iguales?, desnudos, lactantes y sin conocimientos?  Somos diferentes claro que sí pero porque en esas culturas prácticamente nacen sabiendo que todos somos iguales y que a cada uno lo definen las decisiones que toma, por eso trabajan desde jóvenes, desde tierna edad aprenden a leer y nunca se detienen en ese hábito, salen de sus casas a defenderse buscando su identidad y lugar en el mundo a través de sus vivencias y formación casi autodidacta, mientras que nosotros nacemos creyendo que somos diferentes (inferiores), creyendo en “la suerte que nos toca”, educándonos con los que lo profesores nos dicen que leamos, exigiéndole a los papás el sustento y/o estudio, es decir nos toca primero aprender a desaprender esos modelos para después entender que somos iguales todos y que somos responsables de nosotros mismos, esos son años de vida que nos llevan de ventaja los de aquellas culturas. La diferencia real está en la forma de pensar, entonces, educar a la gente para que se cuide ante una pandemia, explicar el peligro y riesgo de muerte para cada uno y quienes lo rodean, eso es para los otros, a nosotros nos tienen que encerrar, la educación es para los de allá que si son cultos, esa estimados lectores, es la diferencia. Que entonces el sistema de salud no estaba preparado y cuantos muertos nos van a quedar, que primero la vida que la economía, que les den de los impuestos a los más pobres, que se busquen subsidios, que pidamos ayuda a otros países, que hipotequemos nuestra economía. Eso mis queridos lectores, es la diferencia. Una visión a largo plazo no permite que por comer ahora, más adelante no haya como sostener a los hijos y a los nietos, eso es condenarlos a la pobreza pero de mente, esperando que les den de comer y les ordenen que hacer porque no pueden autocuidarse. No podemos mantenernos por siempre en una cultura de “no avance para que no se equivoque”. Entonces cuando aprenderemos, entonces como aprendieron los que ya aprendieron, entonces como aprenderemos?. Esta puede ser una oportunidad para aprender, el estado no es quien sancionará a quien no haga caso, es la pandemia la que cobrará con su vida esa falta de cultura y así haremos de parte de aquellos que “son diferentes”.

Cuál es el aprendizaje en temas de economía y finanzas personales?  Hay que tener varias fuentes de ingreso, hay que tener fondos para imprevistos, hay que hacer uso de las tecnologías, hay que aprender a detectar oportunidades en estas situaciones, hay que tener fuentes de ingreso pasivas, no debemos confiarnos en un débil sistema de pensión sino hacer por lo propio y en esa medida ayudar a los que no entienden ese pensamiento, hacer que el dinero produzca para uno y no estar de cuerpo presente de manera continua para lograr el dinero.  Todo esto amigos es la finca raíz y en ella se pueden encontrar varias de estas respuestas. A raíz de esto veremos, quienes quieran verlo, que a través de la finca raíz se logra distintos fuentes de ingresos, finca raíz no es solamente ventas y arriendos, son remodelaciones, son compras de títulos a futuro, son crowfunding, son las proptech, las modalidades son tan amplias como la creatividad del humano.  Los bienes inmuebles mutan como lo hace el virus, el ser humano, la naturaleza, crece con los modelos, cambia con los cambios del mundo, pero porque quienes ven en ellos el potencial que tienen, hacen que eso suceda.

Esta es una buena oportunidad inmobiliaria, tan pronto se estabilicen las bolsas, se midan las consecuencias inmediatas del fenómeno coyuntural y se diseñen los planes para arrancar o continuar con la economía, en ese momento nacen las nuevas grandes fortunas, inversiones, economías y se redistribuye el panorama económico de las naciones.  En el caso de Colombia, los fondos de pensiones dando pérdidas, las acciones de las empresas por el piso, los empleos tambaleando, los precios de finca raíz tendrán que reacomodarse, van a haber cantidad de personas que se “cuelgan” en sus créditos, se quedan sin empleo, etc y deben desistir de su inversión, vienen los remates y los que puedan deben ayudar comprándoles para que no les rematen, les compran a precio bajo ayudando a que no pierdan más plata de la ya perdida para ese entonces si se van a remate. Nacen nuevos inversionistas. Nacemos nuevos modelos de empresas inmobiliarias con nuevas cosas fundamentadas en tecnología, se fortalecen las proptech, adquieren fuerza los modelos tecnológicos y es allí donde debemos ubicarnos a defender nuestra posición, es definir quienes queremos ser, o bien por un lado los que creemos que nacimos diferentes y en condiciones de inferioridad per se o bien por el otro, los que queremos creer en nosotros mismos porque sabemos que somos iguales y la única diferencia es como lo muestra Anthony Robbins: la forma de autocrearnos. O como bien diría Juan Diego Gomez, ser esas “vacas púrpuras” en medio de tanta “normalidad”.

El siguiente artículo vendrá con las posibles formas en que la finca raíz cambiará.  Que tengamos una próspera cuarentena.