BIENVENIDO: QUE TRAJISTE?


Abril 16 de 2020

A raíz de los sucesos generados en la economía por el Coronavirus, aún no está claro el impacto real sobre la economía, lo cierto es que hay que replantear desde los modelos macro de la economía hasta los modelos de negocios de las pequeñas y medianas empresas, pasando por todos los renglones de la economía, continuando por definir mi modelo de negocio inmobiliario hasta llegar a como reinventarnos cada uno; requiere autoanálisis, identificación del entorno y direccionarnos hacia el camino correcto, invitación que hago sin excluir a nadie ya que somos todos quienes constituimos la futura sociedad.

Esta semana estuve leyendo al premio Nobel de economía del 2.001, Stiglitz, quien comenta que “el prometedor neoliberalismo realmente genera un crecimiento económico lento y desigual”, aduciendo que “las ideas del establecimiento, de un mercado sin restricciones, no funcionan” y partiendo de eso es que propone un “nuevo contrato social en el que haya un equilibrio entre el mercado, el estado y la sociedad civil y una ecología de instituciones más ricas incluidas organizaciones sin ánimo de lucro” y en el proceso propone que aún hay que “financiar la evolución de la educación, la salud y la pensión”. Propone que la cuarta revolución industrial pone recursos disponibles que gestionándolos pueden llevar a la transición verde. O como lo dice nuestro Colombiano Luis Alberto Moreno, Presidente del BID “la institucionalidad en algunos países va apenas en el tránsito entre los siglos XIX y XX, mientras que sus ciudadanos, gracias a los avances tecnológicos de los últimos años, están en el siglo XXI”.   Todo esto lleva a concluir que este modelo de globalización que generó esa explosión de riqueza en China (siendo el protagonista del 20% de la economía mundial), que causó la apertura de la brecha entre ricos y pobres en países no desarrollados (no me gusta el término tercermundista), que ha causado el problema medioambiental mundial, no es viable ya.  Esto nos ha traído ad portas de la cuarta revolución industrial y en el camino hemos aprendido que aunque este modelo neoliberal no funciona porque el mercado no lo es todo, como tampoco lo debe ser el Estado, el capitalismo es el imperfecto modelo a seguir siempre y cuando llevemos el aprendizaje acerca de mayores controles en los aspectos fundamentales de la población (educación, salud y pensión) descartando al socialismo por evidentes y contundentes razones que vimos y vemos en nuestros más cercanos vecinos del continente y que lejos de ser la solución en países que lo implementaron, los llevaron a una situación de retroceso cuando menos escabroso.

Dicen que el primer paso es reconocer el error y acerca de cómo continuar, son bienvenidas todas las ideas, ya no hay ideas malas, estamos en el punto que como sociedad civil replanteemos nuestro propio futuro de manera activa y para ello aprendemos a través de las propias experiencias y las ajenas. En cuanto a las experiencias ajenas que más han representado un sostenible y exitoso cambio, hago alusión al artículo que esta semana Sergio Calderón Acevedo publicó en el periódico  Portafolio, donde habla acerca del desempleo y la traigo a colación porque pienso que enfocándonos en el problema del desempleo, que dicho sea de paso ya venía creciendo alarmantemente y su incremento ahora será vertiginoso, podremos resolver de manera menos lenta y más sostenible el problema que se avecina, más que buscar mecanismos de crédito país para subsidiar a los menos favorecidos, lo que buscamos es que ya nos olvidemos de ser favorecidos y generar empleo para pasar a ser mejor remunerados y fortalezcamos el ecosistema empresarial.  Los alemanes en 1.910 inventaron el concepto de “trabajo corto” (Kurzarbeirt), que es un pacto tripartito entre empresas, trabajadores y estado. El pacto consiste en que en tiempos de contracción, las empresas se comprometen a mantener a sus trabajadores, es decir, no despedir a nadie, por su parte los trabajadores aceptan una reducción del salario durante ese tiempo y el estado cubre económicamente algunas necesidades para que no mueran de hambre. Este acuerdo está claramente establecido en un código social que bien podría tratarse del mismo contrato social del que les comenté que habla Stiglitz. Sobre este acuerdo ellos cimentaron la economía social de mercado que se convirtió en el modelo económico más exitoso del último siglo.  Tal como lo hace este modelo, mientras ocurre una situación como la actual, los trabajadores van a trabajar menos horas (significaría en este caso menos exposición al virus, acompañadas de otras medidas) y el resto de horas lo dedican a capacitarse en temas relacionados con su área de desempeño (que para el caso podrían hacerlo de manera virtual), lo cual los hace más capacitados para cuando vuelvan a trabajar normalmente. Obviamente esto requiere de un SENA muy estructurado desde el cual se manejarían estos cursos y permitiría mantener el control para las empresas. Me parece una forma de gobierno corporativo proactivo, que acerca la institucionalidad a la ciudadanía y además con demostrados resultados positivos.

Ya podemos tener un punto de referencia como nación pero a mí eso que? Pues, como se trata de no seguir dependiendo tan drásticamente de factores externos como gobierno, la economía local, el sector en el que trabajo, (una de las cosas que me deja esta cuarentena) debo empoderarme, crecer en mis propias habilidades para permanentemente estar reinventándome y aplicarlas en las diferentes áreas de oportunidad que vislumbre.

Con seguridad podría afirmar que esta pandemia marcó con firmeza el punto de quiebre que da inicio a la cuarta revolución industrial que ya había iniciado pero que no había llegado a cada uno de los hogares del mundo como lo hace hoy al ver la necesidad de utilizar las herramientas virtuales para nuestro beneficio en la cuarentena y en nuestros negocios para no ver detenida la fuente de ingresos. Es decir nos tocó a las buenas o a las malas. Hoy en día la digitalización, la inteligencia artificial y la programación se convierten en el requisito indispensable para todo negocio. El sector de la finca raíz es reconocido por ser tradicional, debido en gran parte a que en Colombia además es bastante informal, está constituído por gran cantidad de personas “independientes” que en muchas ocasiones ejercen el ejercicio sin mayor formación, ningún profesionalismo y con contadas excepciones se constituyen en empresas que se mantienen en el tiempo haciendo crecer el sector inmobiliario. Quienes constituímos empresa inmobiliaria, ejerciendo con profesionalismo el oficio, nos mantenemos con las herramientas básicas, el mayor paso en las pequeñas inmobiliarias consiste en lograr tener la página web, redes sociales, un sistema de CRM y pautando en páginas especializadas para el sector pero no hemos logrado dar el paso a esa cuarta revolución.

Pues mis queridos lectores, colegas inmobiliarios, se acerca la hora. Bienvenidos a una nueva era: O nos subimos a la cuarta revolución industrial o perecemos (debe referirse a dejar de existir por pereza).  Desde nuestra casa en cuarentena hemos diseñado lo que sería ese nuevo modelo de inmobiliaria que comenzaremos a utilizar en poco tiempo. Diseñado a la medida de las posibilidades, con recursos escasos pero con las herramientas del presente y bajo el concepto de “hecho es mejor que perfecto” trabajaremos para irla mejorando cada vez más, pensada para las condiciones del mercado, para las necesidades de nuestros clientes y al alcance de todos.

 

CORZO Y ARIAS INVERSIONES INMOBILIARIAS
CORZO Y ARIAS INVERSIONES INMOBILIARIAS Whatsapp
Hoy
Hola, buen día. Cómo puedo ayudarle el día de hoy?

 

©2024 corzoyarias.com, todos los derechos reservados.
Powered by: wasi.co